Hodie

Nos pasamos la vida esperando el momento justo. Sin embargo aquel instante puede tardar toda una vida.
Hay muchas formas de dejar que estos momentos pasen no obstante todas estas expresiones pueden resumirse en tres actitudes del hombre actual:

Primero: están aquellos hombres y mujeres que quieren hacer las cosas tan perfectamente que cada vez inician algo lo reforman tantas veces que cuando llega el momento de terminar lo que iniciaron ni siquiera recuerdan que deseaban hacer.

Segundo: están aquellos que por cobardía ni siquiera lo intentan y dejan pasar los oportunidades por miedo a no saber que viene después.

Tercero: están aquellos que son tan críticos que piensan: “Si, logré determinada cosa, pero podría haberlo hecho mejor si hubiera sido más paciente y hubiera esperado el momento justo”.


Sin embargo este pensamiento crítico no los deja disfrutar de todas aquellas cosas que han conseguido porque se pasan los días criticando su pasado y se olvidan de vivir el presente

Los tres pensamientos arriba mencionados dominan al hombre de hoy, el problema está en aceptar que no somos perfectos y que esperar el momento justo, implica dejar pasar una oportunidad de vida que puede ser única. Este tipo de acciones detiene al ser humano, porque lo paraliza ante las “nubes del no saber”. Pero si cada uno de nosotros, fuera capaz de aceptarse con sus defectos y virtudes, esto dejaría de ser un problema, para pasar a ser una parte de la solución.

¿Qué cuál es la solución? Tomar conciencia de que nunca podremos cambiar el pasado, pero los actos de nuestro presente nos determina nuestro futuro. Y entonces llegará la gran enseñanza que San Expedito nos ha legado: “ ¿Por qué dejar para mañana lo que podemos hacer hoy?”. Quizás sea hora de darnos cuenta, que cada momento es único e irrepetible, entonces ¿Por qué dejarlo pasar?. No hay épocas mejores o peores, sólo son las etapas que Dios no hace vivir para nuestro crecimiento interior.

Es tiempo de aprender a descubrir las señales que Dios nos envía a lo largo de nuestra vida, esas señales, serán nuestra guía en los momentos en que nos sentimos perdidos, desorientados o sin ganas de continuar. Por eso necesario que tomemos decisiones con el corazón, él nunca se equivoca, Aprendamos a oírlo y esto nos hará libres para descubrir la magia de cada instante de nuestra vida que es única e irrepetible.

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Gracias San Expedito